19 C
Iquique
Martes, Junio 10, 2025
No menu items!
HomeActualidad y PoliticaColumna de Opinión: ¿Celebrar “altiro”? Cuando la lengua se convierte en cortina...

Columna de Opinión: ¿Celebrar “altiro”? Cuando la lengua se convierte en cortina de humo

Date:

Related stories

spot_imgspot_img

29 marzo, 2023

La reciente inclusión del chilenismo “altiro” en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) ha sido celebrada con entusiasmo por diversos sectores académicos y culturales del país. “Nuestra chilenaza palabra ya está en el diccionario”, anunció con orgullo Patricia Stambuk, vicedirectora de la Academia Chilena de la Lengua. Sin embargo, más allá de la anécdota lingüística y el regocijo simbólico, cabe preguntarse: ¿es esta realmente una prioridad cultural en un país cuya educación pública aún no garantiza comprensión lectora ni acceso universal al lenguaje?

Según el último Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS), Chile ocupa el lugar 42 entre 57 países, con una preocupante proporción de estudiantes que no comprende lo que lee. En otras palabras, mientras se celebra la incorporación de un modismo coloquial en un diccionario extranjero, miles de niños y jóvenes no entienden lo que está escrito frente a ellos, ni mucho menos están en condiciones de apreciar el valor simbólico de tal inclusión.

¿Significa esto que “altiro” no merece su lugar en el registro oficial del idioma? En absoluto. El idioma está vivo, se transforma, y la lengua coloquial es parte legítima de la identidad de un país. Lo preocupante es el uso de este tipo de logros como cortina de humo frente a los desafíos estructurales del lenguaje en Chile: un sistema educativo que no logra alfabetizar con equidad, una industria editorial en crisis y una ciudadanía que, cada vez más, escribe poco, mal y con desinterés.

Es revelador que se celebre con tanto ímpetu una palabra que significa “inmediatamente” en un país donde las soluciones llegan tarde, si es que llegan. Mientras “altiro” se inmortaliza en la RAE, las bibliotecas públicas siguen sin financiamiento suficiente, los planes de lectura están estancados y el Ministerio de Educación arrastra una deuda histórica con el desarrollo lingüístico y literario de las nuevas generaciones.

Chile, según datos del MINEDUC, tiene un 60% de estudiantes de 4º básico con un nivel insuficiente o elemental en comprensión lectora. ¿De qué sirve que la RAE reconozca nuestros modismos si no estamos enseñando a nuestros niños a dominar siquiera el castellano estándar? Es como maquillar la fachada de una casa que se desmorona por dentro.

Sí, está bien sentir un dejo de orgullo por ver nuestra jerga en la vitrina de la lengua hispana. Pero no confundamos la anécdota con el avance cultural. No nos conformemos con migajas simbólicas cuando lo que necesitamos es un país que hable mejor, lea más y escriba con sentido.

El lenguaje no solo nos nombra: nos construye como sociedad. Y hoy, más que celebrar palabras en un diccionario, urge construir un país donde cada niño pueda leer, escribir y pensar con libertad y claridad. Si eso no ocurre “altiro”, no servirá de nada que el mundo sepa lo que significa.

Rodrigo A. Longa T.

Subscribe

- Never miss a story with notifications

- Gain full access to our premium content

- Browse free from up to 5 devices at once

Latest stories

spot_img