8 de mayo de 2025
Las tensiones entre India y Pakistán escalaron peligrosamente esta semana tras un ataque con misiles perpetrado por las Fuerzas Armadas indias sobre territorio pakistaní, que dejó más de 30 fallecidos. El gobierno de Pakistán, encabezado por el primer ministro Shehbaz Sharif, autorizó una eventual respuesta militar, lo que ha encendido las alarmas a nivel global.
Según el académico y experto en estrategias militares Alfonso Kaiser, docente de la Universidad de los Andes, el origen del conflicto se remonta a la partición del Imperio Británico en 1947 y la disputa permanente por territorios como Cachemira.
El detonante actual fue un atentado terrorista ocurrido el 22 de abril en Pahalgam, donde murieron 26 personas. De acuerdo con informes de inteligencia, el grupo responsable del ataque opera desde Pakistán, lo que llevó a India a ejecutar la llamada Operación Sindoor, un ataque quirúrgico dirigido a nueve objetivos estratégicos vinculados con dicha organización.
“India evitó atacar instalaciones militares pakistaníes. El objetivo fue neutralizar al grupo terrorista sin escalar el conflicto hacia una guerra abierta”, explicó Kaiser.
El experto advierte que, si bien la acción india fue “mesurada y no escalatoria”, el riesgo persiste:
“Ambos países poseen armamento nuclear. Una escalada bélica tendría consecuencias impredecibles para toda la región y el mundo”.
El desarrollo de esta crisis será seguido de cerca por la comunidad internacional, que observa con preocupación una posible confrontación entre dos potencias atómicas.
